viernes, 7 de agosto de 2009

LOS DIFERENTES MODELOS MENTALES

Dos sistemas cuyos elementos son de naturaleza muy diferente pueden tener una misma estructura o estructuras muy similares. Uno de los sistemas nos puede, entonces, recordar o evocar el otro. Así, una cámara fotográfica nos puede recordar al ojo humano, o el ojo nos puede recordar la cámara.

El radar nos puede servir para describir la forma como un murciélago, que prácticamente es ciego, se desplaza en la oscuridad y caza insectos en movimiento sin estrellarse contra los objetos que encuentra alrededor. También es posible que el sistema perceptivo de un murciélago nos sirva para explicar la forma como funciona un radar. Todo depende de quién es el que explica y de quién es el que intenta entender.

Así, si un oftalmólogo trata de explicar la forma cómo funciona el ojo a un fotógrafo, sin duda, comparará al ojo con una cámara fotográfica. Pero si es un fotógrafo el que intenta explicarle el funcionamiento de una cámara a un oftalmólogo utilizará el ojo como ejemplo. Algo similar puede suceder con un ingeniero y un biólogo con respecto al radar y al sistema perceptivo de un murciélago.
En estos casos decimos que establecemos relaciones de modelación entre dos sistemas. Este tipo de relación es muy utilizado por los seres humanos para entender la estructura y el funcionamiento de nuevos sistemas. Una vez seleccionado un sistema como modelo para tratar de comprender otro sistema, el cerebro intenta asimilar el nuevo sistema al otro que posee una estructura ya conocida, o intenta asimilar in sistema complejo a otro menos complejo, pero con una estructura semejante. En esta forma logramos entender el sistema complejo con la ayuda del menos complejo, o entendemos el sistema desconocido con la ayuda del conocido.

¿APRENDEMOS REALMENTE LO QUE NOS ENSEÑAN?

Durante toda nuestra vida, estamos aprendiendo cosas nuevas con el pasar de los días; pero, ¿si aprendemos realmente lo que se nos ha enseñado?, o será más bien que, ¿lo aprendido lo modificamos para que encaje con nuestros conocimientos anteriores?

Nosotros, los seres humanos aprendemos por medio de un proceso constructivo, éste consiste en que a la hora de conocer nuevas teorías, nosotros las modificamos para que éstas sean consecuentes y encajen con las teorías que nosotros hemos aprendido a lo largo de nuestra vida, por diferentes medios como los libros, familiares, televisión, profesores y demás medio.

Hay que ser consientes que a la hora de deformar los nuevos conocimientos con el fin de que éstos encajen con los nuestros, no estamos aprendiendo realmente, para hacerlo, hay que tener en cuenta un proceso, éste es conocido como “asimilación”; y, para que aprendamos realmente lo enseñado tenemos que poner en práctica el proceso de “acomodación”, él cual consiste en reorganiza o acomodar los saberes para así, comprenderlos realmente.

También, existen las estructuras mentales que son los modelos mentales que puede tener una persona acerca de un tema propio, pero, como todos los seres humanos pensamos y creamos en distintas cosas, vamos a encontrar muchas estructuras mentales, entonces, cuando vemos que hay personas que tienen distintos puntos de vista, nos es muy difícil comprender que esto sucede por los modelos mentales y que no significa que las otras personas sean más o menos inteligentes que nosotros u otras personas.

LAS DIFERENTES MANERAS DE APRENDIZAJE EN NUESTRAS VIDAS

Desde que nacemos estamos en constante aprendizaje, pero ese aprendizaje se va modificando a media que crecemos, por ejemplo, cuando somos bebés nuestro aprendizaje es diferente al que cuando somos jóvenes, siendo bebés aprendemos, observando, señalando e introduciendo los objetos en nuestra boca, pues con esto vamos identificando cada una de las cosas que nos rodean, pero hay que aclarar que sólo hasta los 8 meses de edad aproximadamente podemos agarrar los objetos e introducirlos a nuestra boca.

Paralelamente el lenguaje se convertirá en el medio privilegiado de esta función simbólica que le permitirá al niño interiorizar su acción sobre el mundo de los objetos. Los sistemas de acciones que le permiten al niño desplazarse de un lado a otro, se convertirán, a través del símbolo, en sistemas de acciones interiorizadas que no son otra cosa que su conocimiento inicial del espacio. Los datos de la realidad construida a través de la acción se convertirán en preposiciones que contienen esos datos en forma declarativa, y el adolescente podrá operar, simbólicamente también, sobre esas preposiciones. La acción concreta sobre los objetos del mundo estará entonces mediada por los sistemas simbólicos de acciones interiorizadas que hacen que el sujeto vea al mundo como un sistema de sistemas.

La especie humana se enfrenta a su mundo dinámico y problemático construyendo sistemas simbólicos de acciones interiorizadas y sistemas de operaciones también simbólicas que actúan sobre los primeros, que le permite tener una representación, también dinámica de este mundo, para poder vivir en él y tratar de asegurar que su descendencia pueda también hacerlo, es su forma de transformar el caos en un cosmos habitable.

MACROSISTEMAS, SISTEMAS Y SUBSISTEMAS

La palabra sistema hace referencia en su etimología a esta condición de complejidad que detectamos en el mundo y en cada recorte que hacemos de él. Esa palabra puede ser vista como la composición de dos partes o raíces, o mejor, de un prefijo y una raíz: sis-stma el prefijo viene de “syn”, que significa “junto”, y la raíz viene de “stemi”, que significa “estoy de pie. De este origen etimológico proviene una descripción ampliamente aceptada del término sistema “un sistema es un conjunto de partes o elementos relacionados entre sí de tal forma que unos modifican a los otros”

Ahora bien, si nos ocupáramos, ya no del mundo total sino del una parte de él, nos daríamos cuenta rápidamente de que esta parte despierta nuestro interés también puede ser concebida como un sistema. A diferencia de la distinción anterior entre universo y mundo, aceptemos por ahora que, al hablar de astrofísica y astronomía, cuando decimos universo nos estamos refiriendo a la totalidad del mundo físico. En este sentido, el universo sería el sistema de galaxias conocidas, que según parece, están agrupadas en conglomeradas o cúmulos de galaxia.

Supongamos que estamos interesados únicamente en el globo terráqueo y su atmósfera; este último sistema sería un subsistema del sistema solar. Si queremos mencionar la relación que existe entre universo el universo, nuestra galaxia, el sistema solar y la tierra, podríamos decir que la Vía Láctea sería el macrosistema, el sistema solar un sistema de ese macrosistema y la tierra un subsistema de ese sistema. Pero el macrosistema hubiera podido ser el sistema solar, el sistema la tierra y el subsistema su atmósfera. O, para tomar un ejemplo bien diferente, el macrosistema puede ser un organismo, el sistema su sistema circulatoria, y el subsistema el corazón.

LA COMUNICACIÓN ENTRE DOCENTES Y ALUMNOS

Con el pasar de años, hemos visto que en algunos casos, la comunicación entre alumnos y docentes cada vez es peor, pero, ¿a qué se debe ese cambio? Hoy en día los estudiantes ven a los profesores simplemente como personas que se paran al frente de un tablero a hablar y hablar, sin pensar más allá de la gran tarea pedagógica que los docentes realizan; pero, no sólo es un problema de estudiantes, los docentes también tienen que ver en esto puesto que algunos de ellos ya han perdido o no tienen las ganas de servir a la comunidad, no quieren enseñar más.

La falta de comunicación entre docentes y alumnos, al parecer, no es un problema grave, pero, sin duda alguna lo es, el deterioro de la comunicación puede ser la responsable de la falta de interés de enseñar en los docentes como la de aprender en los estudiantes.

Para mejor la comunicación entre los docentes y alumnos hay que re conceptualizar la relación entre los estudiantes que construyen activamente sus saberes y los docentes que conciben su enseñar en forma coherente con esa concepción del aprender como la relación característica de un proceso difícil pero auténticamente comunicativo.

Entonces, no se trata sólo de una comunicación agradable, hipócrita o sentimental entre alumnos y docentes, ésta, debe ser una comunicación que permita a la reflexión, la claridad y la objetividad de los dos, para así lograr la corrección y la paz entre ellos.