viernes, 1 de mayo de 2009

NUESTRA SALVACIÓN

En nuestra vida escuchamos muchas teorías acerca de nuestro universo, de la creación de la tierra, etcétera; pero llega un punto en donde nos damos cuenta, que nada de lo escuchamos y vimos fue lo suficientemente convincente para nosotros o para otras personas, pues todas tenemos un concepto diferente y vemos las cosas de distintas maneras.

Día tras día, somos aún más consientes de los problemas que representa estar vivo, pero aún así, no dejamos que estos, afecten nuestra manera de vivir y de pensar. Todo ser humano, tiene la capacidad para saber qué es lo que le conviene o qué no; y, gracias a estas decisiones es que trazamos nuestro futuro o destino. En ocasiones, llegamos a creer que por las decisiones tomadas, nuestra salvación es un hecho, pero, ¿Quién no garantiza la salvación?; no hay nada y nadie en el mundo que nos pueda asegurar que estamos salvados, ni siquiera la misma religión lo puede hacer, porque así queramos o no, nosotros los seres humanos estamos irremediablemente perdidos en el universo.

Si queremos llegar a una salvación, tenemos que saber, que la única que existe; es la de evitar lo peor, y entonces, descubrimos que nuestra salvación personal está en la conciencia y el amor; y la colectiva, en convertir a la tierra es nuestro puerto de salvación.
Para conseguir la salvación, tendremos que resistirnos primero a nosotros mismos, a nuestra falta de atención, a nuestro cansancio y a nuestras mezquinas obsesiones, también, resistir a la bondad, caridad, compasión, puesto que la resistencia, es lo único que puede provocar el arrepentimiento y por consiguiente concede el perdón.

No hay que olvidar que nosotros los seres humanos, por tener mayores capacidades para el goce, somos los que tenemos más aptitudes para el sufrimiento, pero aún así, no debemos perder nunca nuestra esperanza, pues ésta nos ayudará a vencer la crueldad del mundo.

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