viernes, 1 de mayo de 2009

LOS DIFERENTES PERFILES DEL MUNDO

Durante los años, el ser humano ha descubierto que cualquiera de las disciplinas del conocimiento se ha dado históricamente en un espacio cultural, el cual conocemos como campo de saberes; éste se divide en tres niveles: Mundo de la vida, Mundo de la educación, Mundo de la academia; un ejemplo de una disciplina son las matemáticas.

Las matemáticas en el mundo de la vida ha tenido una participación importante, pues vemos que nuestros antepasados empezaron a emplearlas en sus vidas cotidianas, uno de estos casos fue la creación de calendarios y los ritos religiosos de las culturas, otro fue la creación del comercio, la contabilidad y el almacenamiento y de último y no menos importante la invención del dinero el cual se utilizaba para pagos y préstamos.

En el mundo de la educación vemos que la pedagogía es la responsable de la cultura, y gracias a esto los niños, jóvenes y demás personas participan en actividades culturales de enculturación.

En el mundo de la academia, vemos que muchos pedagogos se especializaron en los temas mayor interés para ellos, con el fin de enseñarlos, y a partir de estas especializaciones se fueron creando los campos disciplinarios; y en éstos podemos ver a las prácticas y formaciones asistemáticas como origen de las pre-sistematizaciones formativas; y éstas, son el origen de las prácticas y concepciones sistematizadas como disciplinas; las cuales están ubicadas en los campos disciplinarios más amplios, de los cuales se nutren y a la vez contribuyen para transformar.

DEL SISTEMA AL PROCESO Y DEL PROCESO AL SISTEMA

Al examinar un sistema nos damos cuenta que en él hay macroprocesos, procesos y subprocesos y sí llegamos a centrarnos en un proceso de eso, podemos convertirlo en un macroproceso, etcétera. Pero hay que tener algo claro, cada macroproceso, proceso o subproceso depende de otros para poder existir.

En el caso de las matemáticas, para poder avanzar a un nuevo sistema hay que conocer todos los anteriores, por esta razón a veces nos resulta difícil entender el nuevo sistema; puesto que no tenemos claro los anteriores. Esto se aplica en todos los sistemas existentes.

Para poder comprender un proceso, tenemos que fraccionar todo analíticamente, el macroproceso, proceso y subproceso; ya que si fraccionamos y nos quedamos en la mitad no podremos comprender el proceso como tal.

Al recopilar lo anterior, podemos concluir que cualquier proceso real con su totalidad, complejidad y dinamicidad produce en nosotros los llamados fenómenos.

ESTRUCTURAS

Los seres humanos vivimos rodeado de grandes maravillas como; la naturaleza, tecnología, etcétera, pero nunca llegamos a ser consientes que muchas de las cosas que nos rodean están dividas en procesos o sistemas y éstos pueden llegar a descomponerse también en subprocesos o subsistemas.

Los procesos o subprocesos aún son para muchas personas demasiados escurridizos; pero, ¿por qué?, la razón es que los procesos todavía son cambiantes y dinámicos, por esto, las personas tratan de congelarlos, sin conseguir mayor resultado, pues del subproceso sacaremos un modelo, que será un sistema en un instante del tiempo.

En el caso de los sistemas, también podemos encontrar que éstos se dividen en subsistemas, éstos tendrán componentes, relaciones y transformaciones internas. Algunas relaciones en los sistemas pueden ser más formales, estables o permanentes, a esta red de relaciones la denominados “La estructura del sistema”.

La estructura del sistema es el medio por el cual conocemos que es lo más permanente en un sistema respecto a los cambios que experimente el mismo; puesto que en algunos casos, los sistemas no sufren ningún cambio, pero en otros los cambios suceden más rápidos o más lentos. Estos cambios, aún sin nosotros poder percibirlos, son los que nos ayudan a diferenciar cada sistema entre sí.

¿ES LA REALIDAD LO REAL?

Los seres humanos somos personas inconscientes de la verdad realidad de nuestras vidas y creemos que la realidad de ella es todo lo que nos rodea y todas las cosas que vivimos día a día sin darnos cuenta que eso es lo real.

Es increíble creer que cuando nos preguntan, ¿Ud. Existe?, nosotros respondemos confiados, sí; pero, qué pasaría si quisiéramos llegar más a fondo y nos preguntáramos, ¿por qué existimos?, ¿qué hacemos para seguir existiendo?, no sabríamos qué responder, puesto que tenemos la mínima idea del verdadero sentido a esa pregunta y por supuestos una respuesta totalmente acertada.

Antes de respondernos algo, tenemos que tener claro la diferencia entre lo real y la realidad, aún sabiendo lo difícil que será encontrar dicha diferencia. Lo real, es una totalidad altamente compleja, esto quiere decir que lo real se divide en procesos o subprocesos y estos subprocesos son múltiples; lo real también es dinámico, ya que siempre se encuentra en movimiento y se vive en constantes transformaciones.

Pero, ¿qué hay de la realidad?; la realidad son modelos, son mapas mentales o son las perspectivas de lo real en sus dimensiones subjetivas, sociales, esta combinación crea la realidad. Entonces a nuestro cuestionamiento, ¿es la realidad lo real?, podemos concluir que, sin lo real nunca llegaremos a la realidad, pero nunca lo real llegará a la realidad.

EL MILAGRO DE LA VIDA

A lo largo de nuestra vida aparecen incógnitas de: ¿Cómo llegamos al mundo?, ¿por qué somos altos o bajos?; y así millones de preguntas que nos harán cuestionarnos sobre la más importante; ¿realmente nos damos la importancia que nos merecemos?. Siendo pequeños no entendemos el significado de la expresión: “El milagro de la vida”; pero con el pasar de los años nosotros vamos entendiendo que no llegamos como una sorpresa más de la vida.

Nacer, como muchos piensan, no es un momento más de nuestra vida, debemos ser consientes, que para nosotros poder nacer tuvieron que haber pasado algunos acontecimientos tales como, el nacimiento de nuestros abuelos, el de nuestros padres, el encuentro de ellos y por supuesto, que nuestros padres hubieran hecho el amor en el momento preciso, pero ahí no acaba todo, al nacer estamos destinamos a morir, ya que sí estamos vivos es porque otros han muertos, entonces, ¿no somos afortunados de estar en este preciso momento aquí?.

También es bueno aclarar que nuestra vida no es un juego, puesto que en ellos uno puede morirse y volver a vivir luego de dos segundos, tampoco es un borrado que podamos corregir cuantas veces queramos, ya que no poseemos la capacidad de volver al pasado, entonces, todas las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida nos dejarán consecuencias, ya sean, para bien o para mal.

Así como estamos destinados a morir, también estamos destinados a formar parte de una sociedad y por supuesto de una familia, pero entonces, si nosotros no hubiéramos nacido no podríamos ser partes de ellas, sin embargo, estamos aquí y aún no vemos cuan afortunados somos y lamentablemente muchas personas mueren sin saber esta maravillosa verdad.

NUESTRA SALVACIÓN

En nuestra vida escuchamos muchas teorías acerca de nuestro universo, de la creación de la tierra, etcétera; pero llega un punto en donde nos damos cuenta, que nada de lo escuchamos y vimos fue lo suficientemente convincente para nosotros o para otras personas, pues todas tenemos un concepto diferente y vemos las cosas de distintas maneras.

Día tras día, somos aún más consientes de los problemas que representa estar vivo, pero aún así, no dejamos que estos, afecten nuestra manera de vivir y de pensar. Todo ser humano, tiene la capacidad para saber qué es lo que le conviene o qué no; y, gracias a estas decisiones es que trazamos nuestro futuro o destino. En ocasiones, llegamos a creer que por las decisiones tomadas, nuestra salvación es un hecho, pero, ¿Quién no garantiza la salvación?; no hay nada y nadie en el mundo que nos pueda asegurar que estamos salvados, ni siquiera la misma religión lo puede hacer, porque así queramos o no, nosotros los seres humanos estamos irremediablemente perdidos en el universo.

Si queremos llegar a una salvación, tenemos que saber, que la única que existe; es la de evitar lo peor, y entonces, descubrimos que nuestra salvación personal está en la conciencia y el amor; y la colectiva, en convertir a la tierra es nuestro puerto de salvación.
Para conseguir la salvación, tendremos que resistirnos primero a nosotros mismos, a nuestra falta de atención, a nuestro cansancio y a nuestras mezquinas obsesiones, también, resistir a la bondad, caridad, compasión, puesto que la resistencia, es lo único que puede provocar el arrepentimiento y por consiguiente concede el perdón.

No hay que olvidar que nosotros los seres humanos, por tener mayores capacidades para el goce, somos los que tenemos más aptitudes para el sufrimiento, pero aún así, no debemos perder nunca nuestra esperanza, pues ésta nos ayudará a vencer la crueldad del mundo.